lunes, 21 de diciembre de 2009

LA VEHEMENCIA DE LOS SÍMBOLOS


Conjuro febril de mortal afrenta,

hordas de espíritus amortajados

entre las páginas amarillentas

de antiquísimos libros cerrados.


Adagio del crepúsculo milenario,

estigma silente de rabia resguardada,

obstinada luz que cierra los párpados,

ofuscando las conspiraciones desatadas.


Edades insepultas de pagano rictus,

a la solícita memoria dan la espalda,

sostenidas en el incipiente limbo,

carentes de utopías y esperanzas.


Al clausurar los dioses sus designios,

como signo de la furia anestesiada,

dormirá la vehemencia de los símbolos

en el culto que develan sus entrañas.


sábado, 21 de noviembre de 2009

NO VOLVERÉ A LLAMAR


No volveré a llamar

a quienes desobedecen

sin misericordia ni humildad

los mandatos del Señor.


No dejaré volar mi mente

que aviesa se fuga pidiendo

una ayuda bastante menor.


No intentaré perderme en sus sombras,

maltrechos reflejos de su ser;

acabaré olvidando que fui niño

que en la envidia padeció.


No volveré a caer en sus redes,

pescadores inauditos de lo banal;

caminaré despacio, desoyendo mitos

que concluyan en pura desolación.


Qué es la vida, sino ayudar a los demás,

el darles techo, comida y razón,

que no son sinsentidos del azar;

es la lógica difusa donde el orden

encuentra claro parangón.


Llano en llamas desde el interior,

cubre alas temerosas en tropel

colinas arriba del nivel del mar;

el viento ilumina alguna especie;

sólo a los que entienden del amor.


No es malsano, superficial o instigador,

esa fuerza indecible que nos mueve

a los umbrales de un alcázar

de marquesinas doradas,

sobre los pilares

de todo ayer.



jueves, 22 de octubre de 2009

NOSTALGIA DE UNA LLAMA


Donde nos asumimos inaprensibles gradualmente,

el alma quebrada repite su nombre y lo musita,

anidamos un invierno que no es efímero huésped,

está allí, renace y reverbera la melancolía,

con el temor de aquellos a un paso de perderse.


Convive en el fuego el amor del ser que se devela,

perturba un recuerdo abismal como hábito oculto,

rozan las palabras el segundo en que se queman,

y desde el lugar aciago donde yacen en desuso,

las noches crepitan dentro de un tiempo en espera.


Navega nublado el semblante a punto de fenecer,

caminas por las calles con arrebato de ternura,

encarnado crece en la ciudad un aliento de mujer,

y ante el deseo de inmovilizar lo que se fuga,

se prolonga en el centro de un amanecer.


Hay suspiros en la nostalgia de una llama,

sobre el oscuro estupor que me ha invadido,

irrumpe su furor insensato de huir transformada,

y en tardes perdidas que no tienen otro sentido,

se contrae en el borde brumoso de la añoranza.



lunes, 21 de septiembre de 2009

MÁS ALLÁ DEL UNIVERSO


Esta noche sudo lucidez,

en mi cabeza se replica

un eco ininterrumpido,

y sufro el caudal de las ideas

que se lucubran ensimismadas,

como el halo de un cadáver exquisito.


Sin poder mantener la lógica despierta,

robo materia prima al padre tiempo,

son instantes serpenteando en fuga,

en encabalgamiento eterno.


Busco las palabras más exactas,

al ras de la mínima alucinación,

infinito placer en transgredir con descaro

el orden de las compuertas que abren

la ruta hacia un espacio ubicuo y cierto.


Imagen perfilada de una espiral incandescente,

cegadoras luces de un astro que se está extinguiendo,

espíritu sosegado que se pierde en el polvo diluido,

fuerza de voluntad para permanecer en el intento.


Dimensión situada en el ojo fundacional,

pérdida del reflejo original en la imaginación,

experimento alentador que suspira de nuevo,

donde quizás contrasta el mundo interior,

con la realidad contada por los demás.


Propagación acelerada de ondas,

hallazgos de neurona en neurona,

fuego vivo, aromático incienso,

transfiguración de las miradas,

que ven más allá del universo.



jueves, 20 de agosto de 2009

NUESTRO PROPIO VENCIMIENTO


Cometimos los errores de nuestros padres

que piadosos llevamos vivos en la memoria

y nos negamos a disfrutar la enorme dicha

del placer humano.


En ese jardín donde nos separamos,

creamos el amor bajo el lado activo de la luna,

las estrellas alumbraban mientras cerrabas los ojos

y nos besábamos bajo los destellos luminosos,

cuando ambos dormíamos despiertos.


Dentro de la noche se urdían nuestros encuentros

y hasta ahí no llegaba ningún lamento,

ni siquiera el de los pesimistas amorosos,

sólo el fraternal sonido de los continuos besos

en el intercambio de nuestros alientos.


Entre múltiples correspondencias de otros cielos,

Dante vio por vez primera a su amada Beatriz,

Werther por fin se suicidó y yo me aferré a ti

como un vástago abraza un dulce sueño.


Por momentos quisimos estar en otros cuerpos,

y concientes del fútil destierro,

nos contemplamos entre gárgolas y arpías,

para dejarnos de amar luego de habernos conocido.


El fuego en las venas, templado viento

que a los leales amantes aconseja,

se volvió infeliz dominio al final del día,

espantado por el deseo incierto.


No puedo decir qué tan lejos estábamos

de la perfección, pero en ese jardín inmaculado,

nos regocijamos por el nacimiento de lo nuestro,

aunque también era el cruento inicio

de nuestro propio vencimiento.



martes, 21 de julio de 2009

ROBARLE TIEMPO AL TIEMPO


Aunque los confusos días sin vernos,

se acumulen poco a poco entre ambos,

te siento conmigo y me reconforta la idea,

de que pronto podamos encontrarnos.


Aunque el pesar no quede anestesiado,

aún palpita la sangre de mis venas,

para confesar que este sentir no es vano,

ni pretendo una separación eterna.


Aunque no haya planes asegurados,

las palabras se configuran en apariencia,

agradecidas por convidarme con agrado,

la soltura de tu franca sonrisa abierta.


Aunque mis versos sean improvisados,

así como esta emoción que todo lo permea,

aunque de pronto parezca que no te extraño,

todavía admiro de tus pasos la cadencia.


Confiado en robarle tiempo al tiempo,

yo te pienso y te quiero muy cerca,

cuando solos nos disfrutamos plenos,

aunque lejos y a la deriva permanezca.



lunes, 22 de junio de 2009

FELIZ POLIFONÍA


Vuelo más allá del aliento en el que escribo,
ni la amargura de mi habitación menguante,
ni la tinta desperdiciada por las calles de los bares,
me sacuden de los pies el paralizante frío.

Aleteando sin conjugar las premisas del destino,
llevo el apremiante don de elucubrar pegasos,
mi mano izquierda los va dejando en el regazo,
en la acción de verme soñando a mí mismo.

Voy del intersticio al menor brote de luciérnagas,
a la luz de su plexus vibrante me vuelvo adicto,
hasta irme de hocico en el mismo sitio,
bajo las hamacas de sombras urdidas en las ceibas.

Recorren mis letras un caudal de feliz polifonía,
se instalan hasta mis talones esquirlas de estrellas,
con amorosa discreción y muda insistencia,
en el sinuoso ritmo de las flores sicalípticas.

Giran al trote de mis ojos en pleno desconcierto,
y en el rumor de las primeras palabras sumisas,
astrales dimensiones son la obstinada guarida,
del fugitivo aliento en el que escribo.


domingo, 24 de mayo de 2009

DULCES TENTACIONES



Si yo te amo en todas tus facetas,
en cada roce, en cada respiro,
ten en cuenta que es la inercia; sólo la inercia,
inaudita fuerza de una química secreta.

Si yo contigo desdoblo alas inmensas,
suspiros disfrazados, miradas indiscretas,
es tu fondo aunque también tu forma,
lo que me hace perder el piso ahora,
lo que provoca que pierda la cabeza.

Y es difícil mantenerse esquivo,
mostrar ante todo cierta indiferencia,
pues tus palabras, tus ojos, tu sonrisa,
dan comienzo, rienda suelta,
a las dulces tentaciones de besar tu ombligo.

Eres la manzana de la discordia,
dama insomne que alguien puso en mi camino,
sólo déjame rodear la estrechez de tu cintura,
yo, soy un náufrago que busca olvido.


domingo, 26 de abril de 2009

AYER DEVINE AZUL



Entré en el amarillo

que se mecía en las olas del color

para masticar la música de la lluvia en la tierra,

y acompañado por el viento

los árboles me enviaron

al esperado lugar llamado ensoñación.


Descalzo camino cubierto de visiones,

nadando entre piedras sueño tras sueño,

en el umbral de las más perseguidas ilusiones,

fui todas las montañas, mares y desiertos.


Ayer devine azul,

en el húmedo espejo de las nubes

el océano celestial se oyó a lo lejos,

bajando por mi pecho abierto vi peces

cuando en mí la conciencia volvió diciendo:

entrégate ya, date por muerto.


jueves, 26 de marzo de 2009

CON EL DELEITE DE LA MIRADA


Miro tus fotos y mi mente vuela
al contemplar tan bellas formas
retratadas con la perfección inigualable
del ojo fotográfico.

Mis ojos te toman por sorpresa
para grabarte en la intensidad de las pupilas
y a través de ese fragmento
donde se dibujan los contornos
de tu cuerpo, yo te miro.

Cada pose y cada gesto
capturado por la lente de la cámara,
llevan impresa la huella
de tu esencia femenina.

La piel se estremece tan sólo
con el deleite de la mirada contemplativa
que se cuela por tus resquicios
sin ningún permiso.

Entonces me recorre por dentro,
un influjo desconocido,
hasta dejarme con la sensación
de observar a detalle
los encantos de una diosa inalcanzable,
convertida en la expresión portentosa
de nuestra especie
y su naturaleza humana.

domingo, 22 de febrero de 2009

YO SÉ QUIÉN ES


A Salvador Mendiola


Alguien que no es sino lo que sabe,

libertino de vida ultra disipada,

mago oscuro y misterioso errante

del mismo logos


Pervertido estudioso

en donde se consagran

todas las verdades,

espíritu elevado de un tiempo

que aún no se encuentra delineado.


Sabio aprendíz

cuyo centro de búsqueda

está sólo en reinventarse;

ente liviano

que en su febril oleaje,

alcanzará la posteridad,

en la puesta del sol,

a la orilla del mar.


martes, 20 de enero de 2009

VERSOS ANDANTES


I

Ruge la sinuosa encomienda
de ensañarse con el silencio,
se contemplan
atardeceres anaranjados
bajo el tálamo del viento.
Y las palabras vuelan,
como aves presurosas
al encuentro con lo incierto.

II
Con el deseo contenido en los labios,
domamos a la ingrata desidia
e intentamos al fin darnos,
y entregarnos sin falsas premisas,
tan sólo con los ojos cerrados.

Afuera del embeleso de la mirada,
cruzan el solar intrépidos colibríes,
y da el corazón un giro desconocido,
de lo negro a lo rojo apasionado.

III
El frío de la intemperie congela,
pero por dentro vibramos
con un calor sofocante,
si unimos nuestros cuerpos
que se liban hasta enamorarse.

El sudor nos perla la epidermis,
desde el cuello,
la espalda, la frente,
y acaba condensado
en zonas innombrables.

Elixir nuestro
que fluye a cuentagotas,
de madrugada, para impregnar
con sus humores, la fugacidad
de estos, los versos andantes.

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