sábado, 21 de noviembre de 2009

NO VOLVERÉ A LLAMAR


No volveré a llamar

a quienes desobedecen

sin misericordia ni humildad

los mandatos del Señor.


No dejaré volar mi mente

que aviesa se fuga pidiendo

una ayuda bastante menor.


No intentaré perderme en sus sombras,

maltrechos reflejos de su ser;

acabaré olvidando que fui niño

que en la envidia padeció.


No volveré a caer en sus redes,

pescadores inauditos de lo banal;

caminaré despacio, desoyendo mitos

que concluyan en pura desolación.


Qué es la vida, sino ayudar a los demás,

el darles techo, comida y razón,

que no son sinsentidos del azar;

es la lógica difusa donde el orden

encuentra claro parangón.


Llano en llamas desde el interior,

cubre alas temerosas en tropel

colinas arriba del nivel del mar;

el viento ilumina alguna especie;

sólo a los que entienden del amor.


No es malsano, superficial o instigador,

esa fuerza indecible que nos mueve

a los umbrales de un alcázar

de marquesinas doradas,

sobre los pilares

de todo ayer.



Related Posts with Thumbnails