
He sentido llegar hasta mí
el delicioso cáliz de tus besos,
azotado por el ansia
y con los labios entreabiertos.
Colmados de la dicha
de sentirse plenos,
nuestros corazones permanecen
en un pacífico cautiverio
Cuando un dejo de ausencia
ensancha el horizonte,
una línea tenue y fugaz
nos separa en un distante instante.
nos separa en un distante instante.
Pero iluminado
por la gracia de tu roce,
se enardecen las ideas de polvo enamorado
que impregnan nuestras cálidas noches.