LAS PALABRAS QUISIERAN

En un brote de mustio asombro,
se reinventan las palabras de siempre
que hoy quisieran confabularse en algo más,
traerte de vuelta se les antoja con su devoción,
pero sólo escuchan los ecos lejanos
que renacen con el tañido de tu voz.

Gustosas quisieran su propia sintaxis instalar,
en sus más recónditos deseos tu rostro preservar,
para nunca más volver a decirte adiós,
en el obsesivo nido de la memoria circular.

Si pudieran rescatar el hilo luminoso que nos unió,
las frases cuyo hechizo crearon el inesperado milagro,
los pensamientos hilvanados que un día le dieron sentido
al lecho de caricias compartidas, yo te buscaría amor,
pero entonces las palabras quisieran dejar de existir,
ante el absurdo de su enorme fracaso renunciar,
porque por más que se rehúsan, sólo han conseguido,
alimentar hoy la ingrata herida,
de saber que conmigo ya no estás.

Abandonadas mueren porque se ha escrito todo
lo que su atrevimiento sería capaz de enunciar,
y aunque su instinto las obliga a permanecer en el aire,
se borran en cada silencio sin poder respirar.